La transición democrática, tras fallecer el dictador, nos devolvió y en gran parte amplió una serie de derechos fundamentales plasmados en la Constitución del 78, esta etapa de nuestra historia contemporánea, fue ejemplo a nivel internacional de concordia, dialogo y consenso.
Las libertades y derechos que emanaron de aquel proceso transformaron en positivo a una sociedad que estancada en una cuneta observaba el avance de las sociedades occidentales, si bien este muy complicado proceso difícilmente puede resultar perfecto.